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Air Ink es la primera tinta del mundo fabricada a partir de la contaminación del aire. El proceso de fabricación no solo elimina el hollín de la contaminación del aire, sino que tampoco quema combustibles fósiles adicionales como lo hace la fabricación de tinta normal.
El negro de carbón, el pigmento presente en muchas tintas negras, se crea a partir de la quema de combustibles fósiles. Air Ink se basa en una idea fundamental. ¿Por qué quemar deliberadamente combustibles fósiles para producir tinta, cuando se pueden utilizar las emisiones de carbono que ya están generando las actividades humanas y evitar que entren en nuestro aire, agua y pulmones en el proceso?
En 2013, durante un experimento en el MIT Media Lab, “piratearon” un cartucho de impresora para imprimir con hollín de velas. Ese día nació la idea de Air Ink.
Desde entonces, han impulsado un movimiento de arte público que abarca ciudades tan diversas como Hong Kong, Londres, Nueva York, Mumbai, Berlín, Singapur, Delhi y muchas más.
Los contaminantes que de otro modo podrían haber estado en los pulmones de millones de personas ahora descansan maravillosamente como arte, apareciendo en el trabajo de más de mil artistas como Doodle Man, Christian Furr, Karatoes, Imagine y otros.
Su tecnología de reciclaje ha creado un modelo de negocio que nunca antes se había implementado a escala industrial.
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